Aquellos maravillosos años jamás volverán
y la inocencia de cuando niños se vuelve decepción
el paso de los años te obliga a aterrizar en la realidad
y unas veces planeas y otras te estrellas.
Pero siempre estaré esperándote cuando aterrices.
Papá y sus hermanos en Samil, hoy cumple 59 añitos.
(Foto: del abuelo Manuel)
2 comentarios:
Ay el bajito, qué rico era!
buena gente...
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