La típica foto, con los años se convierte en LA FOTO.
Se convierte en el recuerdo que tienes cuando niño ibas a los conciertos de tu padre.
Se convierte en el cúmulo de historias vividas en tu infancia.
Se convierte en la imagen de la sonrisa de tu madre.
Se convierte en la música que oías a todas horas por las esquinas de tu casa.
Se convierte en tu pasado, en lo vivido y en lo aprendido.
Se convierte en lo que eres hoy en día.
Espero Martiño, que dentro de 30, 40 o 50 años la mires y... recuerdes...
Guezos (cativos), Repercusión 2013
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