No debe ser fácil decidir, en este mundo, tener hij@s... pero aún existen personas valientes, que optan por compartir su vida y su amor, con esas pequeñas personitas que te enseñan a ver y sentir tu existencia con imaginación y locura... sentimiento que los adultos solemos enterrar en el baúl de los recuerdos... Hace un par de meses Mónica arropó entre sus brazos a Noela, y este abrazo durará el resto de sus vidas... ayer tuve el gran placer de conocer a la enana... y pude comprobar la facilidad y flexibilidad de las pequeñas mentes para adaptarse al presente, encontrar su lugar en el mundo y aferrarse al amor... Mañanita de charlas, risas, escaleras, disfraces, abrazos, lápices, fotos, besos, sentimientos, paseos, y piel... mucha piel...
7.30 de la mañana, aún era noche, tumbada en la cama, leyendo "la loca de la casa" de Rosa Montero, silencio absoluto, pasando página mira por la ventana y...
¿está nevando?... se incorpora y observa los tejados del casco, blancos y calurosos, baja las escaleras, coje la cámara y congela esta imagen...