con zapatos de tacón rojos, calientes, corre en sentido contrario, a contracorriente, hacia la inmensidad del mar, e intenta respirar... Pero sabe que hay que caminar descalza, desnuda, sintiendo la arena bajo sus pies doloridos, quitarse las ropas y bucear en las calidas aguas, y dejarse llevar por las mareas, no pelear... Sabe que se ahogará... lo sabe... ya ha empezado a dejar de respirar... sabe que se ahogará...